miércoles, 19 de mayo de 2010

Y con su música hizo llamar a la luna...

Las dulces notas de aquella hermosa melodía llegaron hasta su interior, y calmaron a la bestia que rugia dentro de su alma.

La bestia guardo sus armas y dejó que la hermosa melodía la envolviese en una estela de colores; colores perfumados con olor a libertad, llenos de imperfecciones que los hacen especiales, imperfecciones que los hacen brillar.