jueves, 21 de julio de 2011

Interrogation


Mañana me despertaré y será otro día. Y seré la misma de siempre. Y tendré los mismos problemas de siempre. Pero, si podemos dormirnos en un lugar y despertarnos en otro, dormirnos con un estado de ánimo y despertarnos con otro... ¿por qué no nos podemos dormir siendo una persona y despertarnos siendo otra totalmente diferente?
No es que me desprecie, pero sí que me tengo manía. Si fuese otra persona y me pudiese ver, seguramente me moriría del asco. No me he muerto, sigo más viva que nunca. La llama no se apaga y no ha dejado de reflejarse en mis ojos. Pero, ¿y si se extingue? ¿Desapareceré? Puede resultar extraño, pero... ¿y si ayer yo conocía a alguien que ahora mismo no existe y la he olvidado, porque su llama se ha apagado y ha sido borrada? Imaginatelo, esta mañana al despertarte ya no te acuerdas de quien pudo haber sido tu mejor amigo. Y lo has perdido todo. Así me siento a veces, como si me faltase algo que ayer tenía, pero nunca consigo recordar qué era. ¿Y si mi llama se apaga y el mundo se olvida de mi? No es que haya hecho nada para ser recordada, pero lo que he hecho ¿de qué ha servido si tiene que ser olvidado? Tantas horas, tantos días, tantos años...
¿Y de qué ha servido todo lo que he aprendido?

“Busco una calma inalcanzable, la atmósfera aquí no es fiable. Quiero estar si solo si solo todo estará bien, que nadie me hable, que no rompan este silencio, es mío. Hoy quiero sentir el frío. Vértigo que el mundo pare y me separe del cansancio de vivir así, harto de fingir excusas. Musas siento huir de mi, cosas que viví, esta cicatriz de traumas, desangra versos, desarma el alma. Es mi verdad maldita, mitad genio, mitad flor marchita que se apaga porque haga lo que haga el premio no cambiará mi estado de ánimo, es este sentimiento pésimo que me tiene pálido...”

No hay comentarios:

Publicar un comentario