jueves, 29 de septiembre de 2011

Bad decisions good stories.


Es miércoles por la noche o jueves de "madrugada", el reloj te dice que son las doce y uno, fuera hace calor. Parece verano, pero siento que desde hace mucho es invierno en mi. Recuerdas...que puta casualidad que los mejores momentos de mi vida estén llenos de errores. Errores ya irreparables, que un día me arrancaron el corazón y se reencarnan una y otra vez por estas fechas. Dejo mis costumbres y no sé que tal me sentará. Quemar flores un día 27 deja de ser una opción para mi. Que el mundo no es lo que parece te dijeron una vez, quien lo habría imaginado en aquel mundo perfecto en el que vivíamos tú y yo. En el que la inocencia de dos miradas infantiles podían ante cualquier situación adversa. Y me pregunto una y otra vez, “¿qué nos paso?” Esta vez espero no sentir nada, absolutamente nada, pero aun…

martes, 2 de agosto de 2011

Nunca seré...


Más cariñosa de lo que yo misma imagino. Más joven de lo que aparento. Camaleónica y con doble vida. Cazadora de miradas y furtivas sonrisas. Los domingos me hago mortal. Me obsesionan los sonidos y capturar cada sensación. Triunfaré sólo por demostrar que muchos se equivocan. Inconformista como pocos. Sin saltar reglas pero esquivando todas las que puedo. De independencia dependiente. La constancia no es mi punto fuerte. Aunque me casé con las palabras hace más de 5 años. Demasiado segura de mí misma. Miento mirando a los ojos.No confío en los demas, y les advierto de que tampoco ellos confien en mí. Detesto el frío y no me gusta la miel. Tampoco sé cantar. Bailo sola en mi cuarto, pero me aterroriza saber que puede haber alguien mirando por la rendija de mi puerta. Odio irme a dormir, y también odio despertarme. Me acomodé a mis vicios y manías. Me gusta observar cada uno de tus movimientos. Disfruto incomodando al resto, con preguntas o mirandoles el pelo o los dientes mientras conversamos. Consumo mis drogas pero jamás seré alcohólica. Pero sobre todo, necesito desvivirme por enseñar a alguien a vivir, y buscar siempre una excusa para mi locura.

jueves, 21 de julio de 2011

Interrogation


Mañana me despertaré y será otro día. Y seré la misma de siempre. Y tendré los mismos problemas de siempre. Pero, si podemos dormirnos en un lugar y despertarnos en otro, dormirnos con un estado de ánimo y despertarnos con otro... ¿por qué no nos podemos dormir siendo una persona y despertarnos siendo otra totalmente diferente?
No es que me desprecie, pero sí que me tengo manía. Si fuese otra persona y me pudiese ver, seguramente me moriría del asco. No me he muerto, sigo más viva que nunca. La llama no se apaga y no ha dejado de reflejarse en mis ojos. Pero, ¿y si se extingue? ¿Desapareceré? Puede resultar extraño, pero... ¿y si ayer yo conocía a alguien que ahora mismo no existe y la he olvidado, porque su llama se ha apagado y ha sido borrada? Imaginatelo, esta mañana al despertarte ya no te acuerdas de quien pudo haber sido tu mejor amigo. Y lo has perdido todo. Así me siento a veces, como si me faltase algo que ayer tenía, pero nunca consigo recordar qué era. ¿Y si mi llama se apaga y el mundo se olvida de mi? No es que haya hecho nada para ser recordada, pero lo que he hecho ¿de qué ha servido si tiene que ser olvidado? Tantas horas, tantos días, tantos años...
¿Y de qué ha servido todo lo que he aprendido?

“Busco una calma inalcanzable, la atmósfera aquí no es fiable. Quiero estar si solo si solo todo estará bien, que nadie me hable, que no rompan este silencio, es mío. Hoy quiero sentir el frío. Vértigo que el mundo pare y me separe del cansancio de vivir así, harto de fingir excusas. Musas siento huir de mi, cosas que viví, esta cicatriz de traumas, desangra versos, desarma el alma. Es mi verdad maldita, mitad genio, mitad flor marchita que se apaga porque haga lo que haga el premio no cambiará mi estado de ánimo, es este sentimiento pésimo que me tiene pálido...”

jueves, 7 de julio de 2011

INSANE



Compleja complejidad de complejos ante un espejo. Superior inferioridad que surge de un insano pensamiento, leve y fugaz de una boca cercana hacia un oído ajeno.







La dulce tortura del ser torturado, y el dolor adictivo que crea. No quiero contarlo, será nuestro secreto. Tú y yo para siempre, escondidas en un rincón de una lejana pesadilla que renace una y otra vez de lo más profundo de mi mente. Permanecer aqui sin nadie que nos moleste, sin molestar a nadie.

domingo, 26 de junio de 2011

Besos.

“Me miras, de cerca me miras, cada vez más cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más cerca y los ojos se agrandan, se acercan entre sí. Respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua.”

Besos, desde siempre vistos, pero nunca entendidos. Visto desde fuera eran como un juego sin sentido, una guarrería de adultos que solo transmitía saliva. Y entonces quisimos probar eso a lo que llamaban beso.

Mi primer beso con 8 años, seguramente el beso más sincero, el más inocente, y único que será eterno. Aunque por aquel entonces sólo fue un impulso de niños en el que nos besamos con miedo, quizás hasta con asco para descubrir que dos labios unidos significaban más que el simple acto físico de besarse. Fue corto, muy corto y experimental. Sería la mejor despedida de mi vida.

Con el tiempo el asco y el miedo con el que distes el primero desaparecen, y ya no son tan cortos ni tan experimentales, se convierte en un código que sólo aquellos que lo practican logran entender. Será el inicio de la demostración física del amor más puro, un beso que encumbra la pasión a la máxima potencia porque es fuerte, enérgico, sentido, arriesgado porque sabes que de él depende la situación.

Lo más curioso, es que cada uno es único, ¿alguna vez te han dado dos besos iguales? Para cada uno será descriptiblemente diferente, muchos dicen que el tiempo se para, que al rozar los labios en ese acto el suelo bajo tus pies desaparece…

Pues para mí son todo lo contrario, es como si supiese que el suelo se encuentra ahí, puedo sentir todo el planeta bajo las suelas de mis zapatos mientras el mundo gira de forma incontrolada, en la que parece que pasan horas, en algo tan fugaz. Las llamadas “mariposas en el estómago” me hacen querer llorar y reír al mismo tiempo. Quisiera recordar por siempre esos segundos que no quieres que terminen nunca, en los que expresas lo que sientes con tus labios... sin palabras. Donde cada te quiero cobra un sentido único.

“…Sin prisa
Despacio
Sus alientos se mezclaron creando un nuevo sabor jamás probado

y sin llegar a más
sus labios se separan lentamente…”

Y claro nunca debe faltar después de un buen beso...un buen suspiro.

miércoles, 15 de junio de 2011

Monstruo.


Es ese lado secreto de mí, el que nunca te dejo ver. Lo encierro, pero no puedo controlarlo. Así que será mejor que te mantengas alejado de mí, porque no te gustará lo que hay aquí adentro. Me hace sentir rabia incontrolada, que no puedo soportar. Escribe en mis paredes sensaciones inefables. Si despierta, no podre controlarlo, y andará bajo mi cama, se apoderará de mi cuerpo, y destruirá mi mente. ¿Por qué no hay alguien que venga y me salve de esto? Y lo acabe.

Intento mantenerlo escondido bajo llave y candado. Se mantiene en la oscuridad, pero si escapa, no habrá escapatoria, querrá mi alama, mi cuerpo, y mi mente. Y cuando lo consiga, nadie me oirá gritar.

Lo siento muy debajo de mi piel. Debo confesar que me siento como un monstruo. Odio en lo que me he convertido, y esta pesadilla acaba de comenzar. He perdido el control, esto es algo radical.

Y tal vez sólo es un sueño. Tal vez está dentro de mí. Tal vez soy yo ese monstruo.


domingo, 22 de mayo de 2011

De alguna manera encontre la forma de perderme en ti.


Siempre supe que volverías a por mí. Supe que no sería nada fácil volver al principio y recordar cada paso, cada momento, cada sentimiento sin pensar en lo que pudo ser y no fue.

Siempre pensaste que me quedaría bien ante todo esto. Pero no sabías que desde el primer momento, yo ya estaba rota. Intenté convencerme a mi misma de que podría superarlo, y me despoje de todo lo que no unía.

El miedo volvió junto a tu sonrisa perfecta, quizás fue cosa del momento, pero había tantísima gente, y no pude apartar mis ojos de ti. Todo por lo que había luchado se desmoronó en un instante, solo hizo falta tu mirada y tu sonrisa…

Recuerdo cuando dije que no sería nada si ti, Y es que de alguna forma encontré la manera de perderme en ti. Déjame aquí, quiero estar cerca de ti.

Y es que ahora cada día me encuentro a mi misma diciéndome: “Quiero perderme en ti”

miércoles, 26 de enero de 2011

Quizás la morfina nunca fue suficiente...


El mundo me da tanto asco que ya ni siquiera puedo cabrearme. No existe ninguna palabra que defina esto. No existe. Y es una auténtica mierda. Gozamos de un diccionario insultantemente enorme, he buscado por delante y por detrás y no encuentro una palabra con la que explicar todo esto. Podría decir que estoy fuera de todo, pero la realidad, la puta realidad, es que ahora estoy más metida en mi vida que nunca. Podría decir que estoy decepcionada, pero no estoy segura de esto último. Quizá lo más conveniente sea decir que estoy en un punto intermedio entre el cabreo y el cansancio. Más cansada que cabreada, creo. Tengo fuerzas, pero ¿qué parte de mí reclama esas fuerzas? Tengo valor, pero no sé para qué lo necesito. Tengo ganas, ganas que se mezclaron con una rabia intensa, enorme y peligrosa. Y ya no sé cómo separarlas. No estoy triste. Me encantaría. Pero no lo estoy. Tampoco estoy contenta. Y no, en absoluto estoy buscando que alguien me diga cómo me siento. Tampoco escribo para encontrarme. Me toco y sé que estoy aquí. Me siento. Me veo, me huelo, me escucho, me respeto. Pero quizá necesite algo. O a lo mejor sólo quiero eliminar lo que nunca debió ocurrir. Borrar un fragmento de mi vida. A lo mejor necesito alcohol, ¿no? Droga para aclararme. No lo sé. Y es una mierda. Rectifico. Es una auténtica mierda. ¿Calma? No, gracias. Estoy calmada. No hay nadie con quien pueda hablar de esto. Millones de personas que no me sirven para nada en este momento. Ni siquiera puedo hablar conmigo misma, porque no sé lo que siento. Porque me pongo a pensar y me quedo a medias, porque no entiendo qué viaja de lado a lado en mi cabeza cada madrugada cuando no consigo conciliar el sueño y duele, duele sentirse víctima de algo que ni siquiera controlas, porque no puedes, porque no quieres, porque no sabes cómo hacer para acabar con algo que te taladra la piel día sí día también. Es como si tuviera los ojos vendados, y camino, no sé si hacia atrás o hacia delante, pero camino y me canso de no encontrar nada en esta cabeza loca. Necesito una terapia que no existe, un medicamento que aún no inventaron. Algo que me alivie este sinsentido. Que prefiero sentir para mal, que no saber para qué siento. Que si tiene que doler, que duela, pero por favor, que comience ya. No aguanto ni un día más con esto dentro, necesito sacarlo de alguna manera, o al menos saber qué es, qué pinta tiene, a qué sabe y si va a dolerme mucho o si, por el contrario, me sacará una sonrisa en el próximo minuto. No quiero llegar tarde, no a mi vida. Así que por favor, sea lo que sea lo que esté dentro de mí, que salga ahora.

Algo que ni tengo, ni tendré.


Suelo preguntarme cómo puede ser que un simple cigarro sea fuente de una inspiración desaparecida. Suelo preguntarme de dónde salen las palabras cuando no hay sentimientos. Páginas blancas que rellenar. Se cierran las flores con el sol del crepúsculo, rayos naranjas que tiñen un paisaje cargado de descuidos. No hay nada, ni siquiera sombras que asusten. Estoy sola, y aún así desearía ser invisible, un simple espía sin palabras que gritar, sin gritos que esconder. Ha caído el invierno, es como un lapicero lleno de colores secos y fríos, pero yo, me resisto a él, con mi bolígrafo negro; tintándolo todo de tristeza. El frío en un corazón que se niega a latir el color rojo por falta de sentimientos. No hacen falta nubes para que oscurezca, solamente las palabras de un alma en pena. No estoy triste, tampoco me siento feliz, pero me siento vacía, e intento llenarme con caladas de humo peligroso, que me ennegrece por dentro y me calma las ansias. Ansias de algo que no tengo.

Solías ser una perla.


Te juegas el todo o nada, balanceándote en el error, confiando en que no caerás nunca, pero sí que puedes caer. La vida te cambia en un segundo, tu mundo deja de ser tuyo, ya no hay algo que tengas que entender, porque no reconoces nada. Ya no eres tú… te falta ese algo que te hacía sentir especial. Solías ser una perla capaz de dominar el mundo, y ahora simplemente te has encerrado en ti misma, con motivos suficientes para no volver a salir.

Nos negarán lo que no sabemos.


Ya sonaba alto antes de que naciéramos. Hemos venido al mundo y como generación sin nombre tenemos todos unas ganas insaciables de comérnoslo. Nacidos desde el más triste orgasmo hasta la única ilusión de dos personas. Ya dentro de una maldita contradicción. Hechos de un plástico no muy resistente, con una dosis de cinismo que supera lo recomendado por la fábrica. Esperanza de un futuro borroso, engañoso. Muertos en vida en plena sobredosis, y es que en pleno subidón cerramos los ojos y nos importa muy poco lo que pueda llegar a pasar. Resaca acumulada por generaciones que depositan demasiada confianza, resaca de antaño acumulada en un sólo ser. Somos buenos en cosas malas, y malos en cosas buenas, o eso dicen, o eso no se cansan de decir. Creyentes de la nada, del ahora, de lo poco que hay. No en ninguna fe ciega, culpables de no ver más allá de lo que significa una piedra esculpida. Culpable también por renegar un sistema lleno de fracturas. Somos paradojas. Pero también somos tan distintos que encerrarnos en el mismo sobre. Vienen a negarnos lo que aún no sabemos.

lunes, 3 de enero de 2011

Y dime ¿ qué ves ahora?


Algunas veces mi cabeza crea pensamientos extraños. Pensamientos que me asustan. Aunque sonrío para poder volverme a dormir. Avece me gusta ir tan rápido, para sentir al Señor peligro recorriendo mis venas. Y gritarle a los cuatro vientos que por fin puedo volar.
Si caminase siguiendo el camino, sería monótono el día a día.
Me gustaría saber que soy.
Mírame atentamente, no uses ningún sentido común. Está prohíbido el uso de la razón y la lógica.
Y dime ¿qué ves ahora?
¿Fue alguna vez suficiente solo amar?
¿Te basta con respirar?
¿Será suficiente morir?

Salir a flote.


Ahora te diré todo lo que hice por tí. He lloradon sin parar día tras día. Gritando y engañandome, incluso sangrando por tí, y tu aún ni me oiras. Manipulé la verdad y las mentiras, para evadirme de lo real, ahora ya no sé que lo es y que no. Confundí pensamientos en mi cabeza,asi que no podré confiar más en ellos. Y gritas, me gritas a mí, pero ya estoy lejos.
Estoy hundiendome. Ahogandome en este mar sangriento.
Me caigo de nuevo, pero tengo que levantarme una vez más.No quiero tu mano esta vez, me salvaré yo misma. Quizas despertaré una vez más, justo cuando pensaba que habia tocado fondo.
Tengo que respirar, no puedo seguir hundiendome.